Editorial 7
viernes, agosto 01, 2008 Posted In Editorial 2 Comments »
Comunicación: dicen que quien no sabe comunicarse, no sabe vivir… Enviar, recibir y emitir un mensaje no es tan complicado si se quiere decir, responder o comentar algo.
Vivimos en una época en donde abundan los medios para llegar al otro, al sujeto que está también en este tiempo, en otro espacio distante de nuestra presencia. Abundan las expresiones y frases, las palabras nuevas y las que podemos inventar…
Pero creo que lo más preocupante en la actualidad es la comunicación interpersonal, tanto el chat como los otros métodos modernos de comunicación han copado las formas y se ha perdido eso de mirarse a la cara y decirse las cosas. Algunos pueden alegar que no es así, y está bien que lo hagan, mientras me puedan decir que se pasan más de dos horas hablando en persona con otra persona y se escuchan, entienden y aprenden mutuamente.
Cuando fue que se dejo de decir HOLA! Al cruzarse con un conocido en la calle? O de preguntar la hora o la calle sin temor? Cuando nos olvidamos de decir permiso, por favor y gracias? En que momento nos acostumbramos a bajar la cabeza cuando alguien nos mira o nos habla? Por qué no podemos tener el tiempo para tan sólo mirarnos sin hablar? Por qué no se interpreta la sonrisa como una cortesía? Acaso estamos asustados por las palabras?
Creemos que callar a veces es lo mejor, pero a saber, muchas de las veces una pequeña palabra puede salvar una vida. Más de una persona vive la soledad como un castigo o flagelo, ignorado por el resto, carente de un saludo cordial, de una sonrisa sincera o de una mirada tierna. Todo comunica, y comunicarse es decir que algo ME IMPORTA.
La incomunicación es generadora de una especia de “locura”, es la estrategia que utilizaron los represores en la época de la dictadura, incomunicaban a los detenidos para que se quiebren, la mayoría de los sistemas represivos utilizan el aislamiento como forma de presión.
El vacío, la ausencia del otro es, a veces, lo que genera ciertos brotes psicóticos que derivan en patologías severas si no son controlados o detectados a tiempo.
No somos seres aislados, somos seres sociales, somos capaces de reconocer sentimientos y pensamientos, de generarlos y de poder expresarlos. Las formas de expresión son muy variadas, la más directa es la acción. No el silencio, no el aislamiento, no la violencia, no la pasividad, tan sólo la acción el vivir eso que somos.
Cabe destacar, que si bien uno actúa desinteresadamente, espera que de alguna forma se le sea retribuida ese hecho, esa acción. Porque eso es comunicación, emitir un mensaje y recibir una respuesta que retroalimente el vínculo.
En la comunicación puede existir la posibilidad de que el mensaje no llegue o sea mal interpretado, los motivos son infinitos, pero está en la intención y en la constancia perseverante el verdadero logro del acercamiento para con el otro.
Los seres humanos perdimos el dialogo, por miedo, ignorancia, negligencia, comodidad, o vaya uno a saber que cosa. Olvidamos todo lo que podemos brindar con simples palabras, gestos o actitudes, no recordamos que sin mucho esfuerzo podemos ser felices y hacer felices a alguien más.
Si se trata simplemente de un egoísmo encubierto, somos causantes de nuestra propia infelicidad, porque aquel individuo que pretenda guardarse lo que sabe o el amor que tenga, en vez de generar más de ellos simplemente acumula cosas que pronto pasaran al olvido de su alma. La única forma de acrecentar el amor y la sabiduría es conviviendo y compartiendo con el otro, porque no existe una verdad absoluta ni un amor inmóvil.
Es cierto que estamos aturdidos de mensajes y cosas, es cierto que los tiempos de hoy son más acortados por el sistema que nos toca vivir, pero también es cierto que nosotros podemos utilizar todos nuestros recursos y capacidades para no permitir que eso pase, podemos filtrar información innecesaria, podemos darnos el tiempo para compartir y estar, podemos darnos la oportunidad de sentirnos personas, porque es lo que somos, personas buenas y malas, lindas o feas, más o menos inteligentes, pero personas al fin que buscan, quieren, intentan, sienten, pueden, necesitan y están…
Somos los que respondemos humanamente ante la cotidianidad, somos los que podemos cambiar el mundo, nuestra vida. El otro, tal vez, necesita una palabra, una mirada, un gesto, una actitud, como uno lo esta necesitando tal vez, también ahora…
Dar es una forma de recibir, y comunicarse es una forma de perder la soledad y poder sentirse uno mismo con el resto.
Valeria Elías
2 comentarios:
una recibe lo que da, no, en todo caso, es triste que en plena era de las comunicaciones estemos tan incomunicados.
http://alosveintiquince.blogspot.com
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