Editorial 2
sábado, marzo 01, 2008 Posted In Editorial 1 Comment »Los seres humanos tendemos a tomarnos con ligereza los compromisos y las relaciones con el resto de los seres y el medio. Sufrimos de un “individualismo calificado”, “de un no me importa”, y de “otro día que tenga tiempo”.
Vamos pensando con liviandad que, eso que dijimos o que haríamos, si no se hace no produce ninguna consecuencia; creemos que las palabras no tienen fuerza, ni valor…
Olvidamos que hay otras personas con expectativas, con ganas, con confianza en uno, que están esperando algo, tal vez no lo mejor, pero algo que cumpla con esa palabra, con ese compromiso. No nos sentimos responsables por ello y al pasar esto, se produce la cadena y terminamos en el no respeto por el otro.
Lo mismo pasa con el medio ambiente, siempre esperamos que sea el tiempo para hacer, pensar y tomar conciencia, pero el tiempo es hoy y hoy es el mañana de ayer, entonces, porque no lo hacemos hoy?…
Aprender a usar la cabeza, a pensar la realidad, interpretarla y entenderla es un compromiso que tomamos a medida que vamos creciendo, lo hacemos inconcientemente, el nivel que alcanzamos en esto es lo que respalda, en interrelación, el respeto y la responsabilidad, y nos hace lo que somos y, en consecuencia, lo que actuamos.
En una obra maestra como es “El principito”, se plantea el hecho de la responsabilidad, cuando el zorro le explica y enseña a este niño lo que es domesticar. Nos cuesta decir con la sencillez de este tierno personaje, “soy responsable por mi rosa” y reconocer el respeto que adquiere por ésta al darse cuenta que ella es especial e importante por todo lo que vivieron y compartieron, acá denota por ende la aceptación mutua más allá de las diferencias.
A veces por miedo o inseguridad actuamos olvidando estos valores principios, nos negamos la posibilidad de coexistir con el otro en forma armónica y desinteresada. Siempre pensamos que el otro está en deuda con nosotros, que por ello el otro debe supeditarse a nuestras demandas y necesidades, pero la verdad es que todos estamos en la misma situación, todos tenemos necesidades y carencias.
La responsabilidad no debe ser vivida con una carga, ya que debe verse como una forma de asumirse como persona madura en una actitud positiva en pos de los beneficios personales y sociales. El respeto, no debe verse como ese sentimiento de inferioridad o desigualdad, no debe usarse la falta de él para castigar ciertos resentimientos, el respeto es una actitud de amor propio que se representa en los demás, respetar no quiere decir dejar de ser uno, sino tener la suficiente valentía de ser uno ante el otro que es distinto.
Comprometerse a ser una persona, a respetar y ser responsable por las cosas cotidianas de nuestra vida, no nos convierte en superhombres, pero nos abre puertas que ignorábamos o pensábamos inaccesibles. Comprometerse no quiere decir perder la libertad, sino adquirir y representar la libertad de elegir lo que quiero con respeto y responsabilidad.
DEL RESPETO (Horacio C. Rossi)
Porque soy parte de la espiga y la nube,
No puedo no respetarte...
Porque soy parte del silencio y la estrella,
No puedo no respetarte...
Porque soy parte de la sangre y del tiempo,
No puedo no respetarte...
Parte del conocimiento y del cansancio,
Parte de los días y de los ríos,
Parte del amor y de las glicinas,
Parte de las tierras y los esfuerzos,
Parte del clima y de los nombres...
De la mudanza y de los cuerpos,
De las piedras y la sinceridad,
Del trabajo y de los insectos,
Del mar y las claridades,
De la pasión y de los árboles...
Y de los tejidos y de las palabras,
Y de los pensamientos y del sudor,
Y de paisajes y del llanto,
Y de la línea...
Porque soy parte
De la vida...
No puedo
No respetarte.-
Gracias a todos por estar…
Valeria Elías
1 comentarios:
eso que dices en el primer párraafo, me parece, viene del mismo medio social, cada vez nos exigimos más, competitividad que el llaman, luego, el resto son solo compentencia a quien debo vencer, somo extraños que luchamos por sobresalir y ser aceptados.
El esfuerzo supone, a posteriori, una recompenza, en ese escenario, no me interesa lo que le suceda la vecino o a quien sea, "trabajo todo el día" (o lo que sea) y uno solo quiere descanzar.
Claro, el medio social va mutando día con día, ¿que le enseñamos a nuestros hijos?, los valores éticos se van modifiacndo hasta que un día no lo entendemos y por ñultimo, ni nos interesa con tal qe me dejen en paz.
Inmensa (y terrible) paradoja, nos destruimos día con día, el medio ambiente, el medio social.
¿qué hacemos al respecto?
Publicar un comentario