Editorial 21
domingo, noviembre 01, 2009 Posted In Editorial 0 Comments »Es muy fácil confundirse, pero salir de la confusión es todo un trabajo cotidiano. Desenmarañar las cuestiones propias y las generaras por el exterior es una cuestión seria si se quiere vivir de forma sana y coherente.
Con el tema ley de medios todos nos vemos envueltos en mil y una opinión, en no sé cuantas cuestiones que siquiera llegamos a comprender, pues no todos son doctores del derecho como para entender no sólo la palabra, sino el espíritu de la ley. Pero, ciertamente, no es el único tema que nos confunde. El tema de la provincia de Chaco, los dichos contrapuestos entre una declaración y las evidencias que podemos observar por nosotros mismos. Cada cosa que pasa tiene su trascendencia mediática.
En la vida personal de cada uno las confusiones son cotidianas, no estamos preparados para cambios tan repentinos y rápidos, la estabilidad es un sueño por alcanzar, ya que por el nivel de aceleración con el que vivimos no podemos procesar del todo la gran cantidad de información que nos circunda.
Lo normal es que ante información nueva nos sintamos desorientados, puesto que procesar es un complejo proceso físico y químico en el cerebro que implica memoria, interpretación y emociones. Lo importante es la toma de conciencia ante esta situación, ser cautos a la hora de hablar respecto a algo que aún no tenemos certera idea o pensamiento al respecto.
También, no debemos olvidar lo peligroso de repetir como loro el discurso de otros, muchas veces, por miedo al rechazo vamos reproduciendo los discursos ajenos, tal vez, sin darnos cuenta de lo implícito que pueden llegar a contener esos dichos. Asumir la propia confusión es un acto de sinceridad con uno mismo y con el otro.
Se requiere mucho valor para ser cauto, porque muchas veces se confunde lo cauto con la ignorancia y uno pasa a ser un punto de ataque por respetar al silencio. Además, de que a nadie le gusta asumir la confusión, pues asumirla nos remite automáticamente a ser un “lento”. Pero lo cierto es que uno no es ni ignorante, ni lento, más bien es cauto, es sincero, es respetuoso y por sobre todo, uno es una persona sensata que va en busca de su propia respuesta.
No se debe dejar que las presiones agobien la capacidad y la posibilidad de sacar propias conclusiones sobre determinados temas. “Caracteriza, en mi opinión, a nuestra época la perfección de medios y la confusión de fines.” - Albert Einstein.
El caos es la posibilidad de rearmarnos a nosotros mismos, pensar es gratis y es un derecho adquirido. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era confusión y caos, y las tinieblas cubrían la faz del abismo…” Del libro Génesis, en la Sagrada Biblia.
La propuesta es ser tolerantes, pacientes, valorar el propio juicio y a partir de eso sacar las propias conclusiones y con todo esto, hacerle frente a la vida y tomar las decisiones sin miedo, pues lo único que tiene valor en la vida, es la vida misma. Sólo se vive verdaderamente cuando uno es uno mismo y disfruta haciendo de ello su bandera.
Valeria Elías
0 comentarios:
Publicar un comentario