L'autre côtè du mirroir

Mis amigo son la familia perfecta, bien disfuncional, todo dividida, esparcida y hasta desconocida entre ellos.
Algunos siquiera saben cuan hondo cala su recuerdo, ni cuanto duelen las distancias, mis amigos ignoran muchas veces que cada palabra suya para mi es una bendición aunque sea un reto o una crítica.
Mis amigos, me constituyen como la persona que soy, me muestran mis defectos y reconocen mis virtudes. Saben que entre mis caprichos, berrinches y locuras pasajeras, existe una persona que nunca los perjudicaría.
La confianza que ellos tienen en mi y que yo tengo en ellos, esa fe ciega de que todo está bien y sino lo estará pronto. Esa fortaleza compartida que nos protege del exterior y nos libera el interior permitiendo ser lo que somos y así aceptarnos mutuamente.
Ellos conocen las palabras, comparten sueños y acompañan en el silencio. Me he equivocado tantas veces, tantas cosas han pasado, pero ellos están ahí, sin pedir, sin decir, sin demorar… De las veces que caí más veces me levantaron, de las veces que pude brindar algo, siempre me han recibido.
Debo reconocer que no son perfectos, ni los quisiera perfectos, porque ellos son la persona que son, la riqueza única he irrepetible de su propia persona, sin ellos no aprendería muchas cosas de la vida.
Musas de mis poesías, protectores del alma mía, hijos, hermanos y amantes misteriosos que brindan su espíritu en pos de una sonrisa o tal vez, de algún abrazo conciliador.
No cambiaría a ninguno de mis amigos, ni los que se fueron ni los que vendrán y menos aún, aquellos que siempre estarán… porque ellos no tienen ni miedo ni vergüenza de ser lo que son y de compartirlo.
Mi gratitud es mucha para con ellos, porque son todo lo que uno puede esperar y más, se brindan desinteresadamente y por sobre todo, me da gusto poder brindarles mi tiempo, mi amor y lo que ellos necesiten…
Mis verdaderos amigos son aquellos que lo sienten y quieren serlo…
Mis amigos son unos bellos atorrantes que le arremeten a la vida y no se cansan de vivir…

Valeria Elías