Editorial 16

lunes, junio 01, 2009 Posted In 2 Comments »

En los tiempos de antaño, y no tan lejanos, existía una costumbre muy común, humana y necesaria para todos los seres que habitan la tierra. Día a día muchas personas se comprometían a tomarse un tiempo para realizar esta actividad, sin interrupciones, en lo posible.

La familia, los amores, las ganas de expresar una idea, comentar algo o tal vez, llegar a alguien, aunque se debe reconocer que también existen las cartas que se escriben pero que nunca llegan, siempre son motivos de comunicación.

Con sobres especiales, con papel especial, y hasta con una tinta seleccionada, uno se sentaba con el corazón abierto a escribir con su puño y letra las últimas buenas nuevas o las no tan buenas noticias de la vida personal, o si se trata de amor, aquellos sentimientos profundos del ser que lo elevan a lo alto de lo terrenal.

Una carta escrita a puño y letra, lleva impresa toda la emoción y la dedicación del afecto que representa, en su estructura, en su forma se va delineando un sentir, una decir, un querer. Cada palabra, cada trazo lleva una parte del ser, una expresión un aroma que se impregnaba con el roce de la piel y los dibujo de la muñeca.

Todos alguna vez, esperamos una carta, todos nos emocionamos o guardamos aquellas cartas que han llegado de sorpresa o con noticias o expresiones del corazón. Nos sentíamos más cercanos, más unidos y sobre todo más queridos.

Hoy por hoy los nuevos medios y las tecnologías han desplazado, en cierta forma, un poco esta costumbre, los emails, el Chat, y hasta el procesador de texto se llevan el crédito de ser los fieles representantes de nuestra pasión.

“Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho”. (Jean Jacques Rousseau)

Ver los papeles arrugados, reconstruidos y hasta con las tintas corridas por las lágrimas, algunos hasta sugieren haber sido rescatados de las llamas, dicen que fueron leídos y sentidos tan cerca. Uno empieza a escribir y va tocando cada fibra de su ser para expresar su deseo y su sentir hacia el otro.

Al leerla, uno está siendo tocado por el otro, recibiendo todo aquello que se imprimió en el papel, que va más allá de simples palabras. Si bien, los medios de comunicación actuales son más rápidos, pero no menos eficientes, generan en cierta forma un distanciamiento de lo real, de la humanidad que tiene por ejemplo la caligrafía personal que es lo que define la personalidad.

Al igual que los escritores de oficio, las personas que verdaderamente gustan de sentir el fluir de la energía y soltar las riendas de la pasión, no descartan aún el poder del papel y el lápiz, el fluir de la sangre en la mano y que se expande hasta transformarse en tinta, que será la que forme la palabra que queremos decir.

Es apasionante ver algunas cartas viejas, que describen con detalle todo lo que le pasaba a la persona y su familia, aquellas cartas de amor, que así como Beethoven o Cirano, Neruda y tantos otros enamorados de la historia escribieron con el fervor de hacer sentir a su amada la persona más importante y querida de la historia.

No cabe duda que ver hasta las tachaduras de palabras, genera una sensación de acercamiento y del querer decir y no.

Las posdatas interminables, de todo aquello que siempre queda fuera, o que deseamos agregar: p/d 1; p/d 2; p/d 3… y así le vamos sumando datos y expresiones a todo lo dicho anteriormente…

Por lo pronto, dejo abierta la posibilidad para quien quiera verdaderamente acercarse a alguien que quiere y que valora, de escribirle una carta a puño y letra y de esta forma lograr llegar a ella y hacer nido en su corazón. La humanización de la palabra y de la comunicación es el lazo más fuerte entre los seres.

Valeria Elías

P/D: Te Quiero!

2 comentarios:

George dijo...

he escrito varias cartas a mao... espero que no las boten... es más, recuerdo qué una vez te iba escribir una, pero nunca supe a qué dirección enviarla...

Abdul Rahib dijo...

Que bello!
aqui todos los 14 de febreros hacen un concurso llamado cartas de amor!
se trata de hacer una. y la que tenga todo eso que nombras en esta editorial es la ganadora..

saludos.
un beso