Editorial 14

miércoles, abril 01, 2009 Posted In 1 Comment »

Cuando se habla de crisis, se está hablando de un cambio que se está gestando o produciendo que puede ser más o menos profundo. Se habla de inestabilidad, incertidumbre que puede concluir en evolución o involución según sea resuelta.
Una crisis puede ser personal, social; a nivel personal se puede dar como una cuestión psicológica o física (salud). Las crisis sociales pueden ser políticas, económicas, militares, religiosas, etc., actualmente en Argentina estamos pasando por una crisis generalizada que deriva, a su vez, de una crisis del sistema mundial de todas las sociedades.
Las crisis marcan una oportunidad y también un peligro, la oportunidad de un cambio favorable, de un mejoramiento si se resuelve el conflicto planteado de la forma en que sea beneficiable. Al peligro lo vemos como una amenaza de perdida o de ausencia de. Una crisis mal resuelta es un karma, es un problema que se arrastra hasta su resolución.
El sistema capitalista es un sistema no perfecto que de forma cíclica va enfrentando agotamientos y crisis. La crisis más importante que se enfrentó fue en el año 1930, en donde la recesión se hizo sentir en todos los países y a pesar, de que Keynes planteo su modelo antirecesivo, no fue suficiente, hoy por hoy lo podemos comprobar.
Es difícil aceptar y hacerse cargo de una crisis, sea como fuere, los seres humanos no estamos preparados para cambios tan bruscos. Los tiempos de adaptación dependen de la fuerza del carácter y de la personalidad establecida.
Algunos cambios se dan más rápidos, otros llevan más tiempo de elaboración. Como dijimos, todo cambio implica un proceso y es importante que ese proceso se de en armonía, buscando el equilibrio y por sobre todo mantener la calma. En el año ’30 como consecuencia de los problemas financieros muchos se suicidaron al no poder afrontar los problemas que la crisis les acarreaba.
Suena irreal decir que la crisis debe darse de forma armoniosa y buscando el equilibrio, es contradictorio, pero para eso existe lo que se conoce como autocontrol, cuanto más nos conocemos más podemos pilotear las situaciones externas que no podemos manejar.
Autocontrol no quiere decir control sobre el otro, si no más bien, autogestionarse. Los países al enfrentarse a una crisis adoptan una postura cerrada, una economía de mercado nacional, con medidas proteccionistas.
Lo mismo pasa con las personas, por lo general, una persona se cierra hasta poder estabilizarse a nivel personal y poder enfrentar el afuera, que muchas veces es el factor desestabilizante.
Sea como fuere, una crisis no siempre es negativa, por eso es importante mantener la calma y saber aprovechar la oportunidad y afrontar el peligro con entereza.
Todo cambio nos viene a demostrar algo, algo que nos está queriendo decir, entonces, antes de quejarnos o enojarnos, la mejor respuesta es la adaptación y el aprendizaje, la resolución está en saberse integrar a los nuevos procesos, situaciones o eventos que nos proponen estas situaciones.

Valeria Elías

1 comentarios:

hatoros dijo...

VALERIA ELIAS AMIGA LLEVAS RAZÓN Y VEREMOS SI PODEMOS SALIR DE ESTA, CUANDO LOS QUE ROBAN SON LOS POLITICOS LOS PRIMEROS.
EN EL OTRO BLOG ESCRIBISTE ALGO INMENSO.
NO TE PUEDO SEGUIR¿?¿?
BESOS Y ABRAZAOS