Editorial 11

jueves, enero 01, 2009 Posted In 3 Comments »

El tao, el camino, cada paso es parte de eso mismo, parte de la vida y de nosotros. Elegir cada paso, cada lugar donde reposar el pie para sostener el cuerpo para el próximo movimiento con el otro pie y así avanzar. Pero para avanzar hay, también, que saber detenerse o retroceder.

En la vida nos topamos con muchas cosas, no todas malas, no todas buenas, no ideales, eso ya es mucha ilusión. Lao Tsé habla del no obrar, del no hacer, del no-( ); es decir, la negación a una acción o pensamiento, que es el detenerse, que es el dejar pasar muchas veces las cosas, que es en definitiva la acción más fuerte y concreta para que las cosas sigan su curso y de vaya tejiendo la urdimbre de la realidad cotidiana.

La teoría del caos nos dice que un simple movimiento puede causar una catástrofe en cualquier parte del mundo. Una sonrisa entonces, sería la paz. Cada día de la vida es dada la opción, es otorgada la libertad, el libre albedrío, tenemos dones, capacidades, aptitudes, nos fueron otorgadas muchas herramientas para que vayamos construyendo nuestro destino, nuestro camino.

Se requiere de mucha audacia y valor HACER en la vida, tanto así también, para el NO HACER. El poder de discernimiento nos facilita la tarea, la libertad nos ofrece las bifurcaciones para que escojamos simplemente lo que creamos mejor. Pero ir a tientas, ir probando descaradamente como si ir y venir fuera un juego, no es vivir, sino ser preso del miedo.

Uno debe pararse ante la vida con la firmeza que da el saber que los errores de la vida no son más que parte del aprendizaje, que los aciertos son cortos y pasajeros, que nada es inmóvil, nada es eterno y por sobre todo que el cambio es la posibilidad de mejorar a partir de los aciertos y de los errores. Cambiar implica renunciar, y renunciar quiere decir dejar atrás cosas que a veces, hasta nos hacen bien, por cosas que en realidad son más acordes a las necesidades o realidades personales del momento.

Algunos piensan que la vida es sólo pasar, que no exige compromiso, hay gente que se sienta a esperar que todo ocurra y cuando nada pasa aún así, se queja. Nada podemos esperar sino lo inesperado. Una actitud activa es la que nos mantiene latente en el espíritu del mundo y nos es bendecido así, con retribuciones, cada acto de buena fe.

Hacer la propia hoja de ruta, asumir sus consecuencias y beneficios, entender que todo implica un cambio, y que eso es lo que hace a la evolución personal, sentirse parte de algo más grande que uno mismo, reconocer al otro igual a uno en la búsqueda constante de la vida, de la realización.

Vinimos para aprender a SER y formar parte de algo que es más grande que todos nosotros. Está en nosotros si tomamos esa conciencia y comenzamos a trabajar en las posibilidades que nos guíe en el camino personal a nosotros.

Valeria Elías.

3 comentarios:

Lidia M. Domes dijo...

Para mi también es así...

Es ser conscientes tanto del hacer como del no-hacer, estando presentes en el ahora...

Abrazos,

Lidia

Sandra Figueroa dijo...

Hola, que buen texto para reflexionar. Ser concientes es lo mejor. Besos, cuidate.

Claudio dijo...

holaaa valeee

resulta q a veces el problema con el amor es q lo complejizamos, como en busca de una certeza cuando en este asunto de los sentimientos hay que jugársela..
he creído enamorarme un par de veces, he vivido con intensidad esos momentos y he sufrido luego.. como debe ser
he conocido gente que pretender analizar esto del amor hasta llegar a una certeza, todo para asegurarse q no saldrán heridos, resulta un ejercicio inútil a la larga..
un abrazote!!!